Vacuna
experimental contra ébola no muestra efectos secundarios importantes
En el ensayo clínico participaron ya 34 de 115 voluntarios en
total
PUBLICADO: DEC, 2, 2014 10:36 AM
EST
Ginebra - Las investigaciones
médicas avanzan a marchas forzadas para encontrar una solución a la epidemia de
ébola que azota África occidental.
La agencia EFE informó que los
primeros 34 voluntarios que participaron en el ensayo clínico de una vacuna
contra el ébola mostraron una buena tolerancia y no se observaron efectos
secundarios preocupantes, comunicó hoy el Hospital Cantonal de Ginebra, a cargo
de estas pruebas.
El centro hospitalario empezó
este ensayo, a petición de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el pasado
10 de noviembre con la vacuna experimental VSV-ZEBOV, desarrollada por la
Agencia de Salud Pública de Canadá.
El Comité de Etica de la OMS
evaluó los medicamentos y las vacunas experimentales con más posibilidades de
ser producidas rápidamente y consideró que se podían acelerar los ensayos con
ciertos productos, entre ellos la vacuna que se prueba en Ginebra.
El hospital indicó que después de recibir
la vacuna, los voluntarios se quedaron bajo observación durante una hora y
media para detectar cualquier síntoma alérgico, esencialmente, ya que son los
primeros que aparecen en caso de efectos secundarios.
"Hasta ahora no se ha
observado ningún efecto secundario preocupante: las inyecciones provocaron
respuestas inflamatorias que se esperaban. Estas fueron de intensidad débil a
moderada", precisó el equipo a cargo de este ensayo, que planea realizarse
con un total de 115 voluntarios. Cada inyección contiene de 10 a 50 millones de
partícula de la vacuna.
Algunos voluntarios recibieron,
en cambio, un placebo, pero todos fueron observados y recibirán un seguimiento
similar, que incluye controles durante los tres primeros días después de
recibir la vacuna en visitas que duran entre 20 y 30 minutos.
Esas entrevistas mostraron que
los voluntarios respondieron a la vacuna con una reacción inflamatoria que duró
desde algunas horas hasta dos o tres días, pero sin ningún efecto secundario
realmente preocupante.
A continuación, el seguimiento se
hace en intervalos de dos semanas, un mes y tres meses después de la inyección.
En el caso de los voluntarios que
tenían previsto viajar a los países afectados por la epidemia del ébola, el
seguimiento en las semanas y meses posteriores se realizará por teléfono.
La observación concluirá a los
seis meses de recibida la inyección, con una última visita en la que se
realizará una prueba de sangre para asegurarse de que no hay efectos
secundarios a largo plazo y determinar si la respuesta inmunitaria generada por
el organismo depende de la cantidad de dosis recibida.
El ensayo continuará hasta
principios de 2015 con quince voluntarios por semana, de manera paralela a los
que se realizan con la misma vacuna en Canadá, Estados Unidos, Alemania y
Gabón, y los que se planea empezar en breve en Kenia.
Ébola,
una de las mayores preocupaciones de los estadounidenses
Un 17% de los estadounidenses lo consideran el problema de salud
"más urgente" revela sondeo
El ébola es una de las mayores
preocupaciones sanitarias de los ciudadanos, que en un 17% consideran esta
enfermedad como el problema de salud "más urgente" que afronta el
país, según un sondeo anual sobre sanidad divulgado este martes por la
consultora Gallup.
A la pregunta de cuál es el
problema de salud "más urgente" que enfrenta el país, un 17% de los
encuestados responde que el ébola, frente al 18 % que señala el acceso a la
cobertura médica y el 19% que menciona los elevados costos sanitarios.
Hasta ahora estos, dos problemas
lideraban las preocupaciones sanitarias en EEUU, pero la irrupción del virus en
este país hace que uno de cada seis ciudadanos consideren el ébola como uno de
los problemas de salud más importantes del país.
El virus se sitúa por encima de
la obesidad y el cáncer, enfermedades que preocupan al 10% de los ciudadanos,
según la encuesta, llevada a cabo entre el 6 y el 9 de noviembre entre 828
adultos, con un margen de error del 4%.
Tras ellas se sitúa la diabetes,
enfermedades del corazón, la gripe o padecimientos mentales, que son la mayor
preocupación de entre el 1 y el 3%.
Gallup ha medido anualmente la
preocupación de los estadounidenses sobre la salud desde 1999.
El cirujano Martin Salia, quien
contrajo el ébola en su Sierra Leona natal, se convertió en el segundo fallecido a causa del virus en
EEUU, país en el que residía y al que había regresado en estado crítico para
recibir tratamiento en un centro de Nebraska donde se curaron otros dos
enfermos.
En total, diez enfermos de ébola
han sido tratados en suelo estadounidense y dos de ellos han fallecido: Salia y
el ciudadano liberiano Thomas Eric Duncan, quien llegó a Dallas (Texas) en
septiembre para casarse con su prometida y falleció el 8 de octubre en un
hospital de esa ciudad.
Trabajemos
juntos para detener el ébola
Mary Travis Bassett, MD, MPH,
Comisionada del Departamento de Salud y Salud Mental de la Ciudad de Nueva York
Desde julio, varias agencias de
la Ciudad han trabajado sin descanso con hospitales, clínicas, escuelas,
sindicatos y asociados federales y estatales para prepararse para un posible
caso de ébola en la Ciudad de Nueva York. Enviamos actores para probar si los
hospitales eran capaces de identificar y aislar de manera adecuada a los
pacientes que podrían tener el virus y recomendamos a todos que practicaran.
Esta preparación rindió frutos el
jueves pasado cuando el Dr. Craig Spencer, un médico joven que sin egoísmo se
ofreció como voluntario en Guinea, se comunicó con su organización Médicos sin
Fronteras porque tenía fiebre, uno de los síntomas del ébola. Él está ahora
recibiendo atención en Bellevue Hospital.
Si bien la epidemia de ébola que
se desarrolla en África Occidental es una tragedia humana, es importante
recordar que la posibilidad de que el neoyorquino típico se contagie de ébola
es extremadamente pequeña. El ébola no es una enfermedad de fácil transmisión.
Una amenaza más grande para
nuestra ciudad es el temor y la ansiedad del público, que alimentan
involuntariamente rumores y desinformación sobre la enfermedad. Hemos escuchado
numerosas denuncias de discriminación, prejuicio y humillación de neoyorquinos
solo por el color de su piel, su ocupación, o país de origen. El estigma, como
hemos aprendido de la lucha contra otras enfermedades infecciosas, es peligroso
y perjudica a todos. No hace mucho que los haitianos y los hombres homosexuales
se volvieron el blanco de la discriminación a medida que se desarrollaba la
epidemia del SIDA. El estigma debilitó nuestros esfuerzos de respuesta. No
podemos dejar que esto pase otra vez.
Si el temor de ser estigmatizado
desanima a una sola persona para buscar atención oportuna, todos estarán en un
mayor riesgo de infección.
En la lucha contra el ébola no
hay lugar para la discriminación y el prejuicio. Y en la Ciudad de Nueva York,
una ciudad que siempre ha aceptado la diversidad, no hay espacio para un
lenguaje o actos de odio.
Por lo tanto, este es un llamado
a la solidaridad. Para vencer el ébola debemos permanecer juntos, como una sola
ciudad, y estar orgullosos de nuestros trabajadores de atención médica que
están combatiendo al frente, tener compasión por nuestros vecinos del África
Occidental que han perdido a seres queridos en sus países de origen, y alzar
nuestras voces en apoyo de una respuesta internacional más fuerte para combatir
esta epidemia.
En nuestra ciudad, todo el que busca atención la
recibirá, sin importar su estado migratorio o su capacidad para pagar. Los
neoyorquinos son bien conocidos por unirse en los momentos de crisis; unámonos
y mostremos nuestra solidaridad una vez más.
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